Es un hecho: de la muerte nadie escapa. Sin embargo, pese al dolor que su presencia pueda provocar, de nuestros pueblos indígenas hemos aprendido a percibirla como una etapa en la que debemos regocijarnos pues, como diría el escritor Mario Benedetti, “la muerte es solo un síntoma de que hubo vida”.

El Día de Muertos no sólo es una celebración en nuestros hogares, es una oportunidad para generar conciencia desde los niños, adolescentes y adultos para cambiar nuestros hábitos dietéticos, conductas de riesgo y estilo de vida.

Celebremos el Día de Muertos con responsabilidad.
Apuesta por la prevención.

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